Reinosa es un bello pueblo cántabro rodeado de montañas, muy cerca de Fontibre, lugar donde nace el río Ebro. El pueblo de nuestro buen amigo Manu y su mujer, Marisa.
Para algunos de nosotros la kedada de Santoña comenzó el viernes allí.
En este bonito pueblo cántabro donde la nieve fue la protagonista de la jornada nos reunimos con Manu que actuó como un gran anfitrión, buen amigo y excelente guía.
De izquierda a derecha: Manu Estebanez, Fernando Fañanás y Alfonso Abella.
El mirlo acuático y el bisbita alpino fueron dos de las especies que pudimos fotografiar.
A pesar del pronóstico de temporal de lluvia y nieve generalizado en toda la Península, especialmente en el norte, la gran mayoría de los que dijmos que acudiríamos a la kedada así lo hicimos, a pesar de que todos sabíamos que íbamos a hacer pocas fotos.
Noche del viernes, los digiscopers van llegando poco a poco al hotel de Noja.
En la primera foto, en el bar del hotel, podemos ver de izquierda a derecha a Oscar González, Ricardo Herranz, Rubén García, Begoña Mallo tapada por mi mano, Fernando Fañanás, Juantxu, Eugenia Pato, José Herreros y Jose Manuel García.
En las dos siguientes podemos ver a Begoña Mallo situada entre Ricardo Herranz y Fernando Fañanás.
En primer plano tenemos al benjamín de la web, Rubén García, que a pesar de su corta edad es un excelente digiscoper.
Algunos conocemos en persona a compañeros que hasta ahora solo conocíamos virtualmente.
Es la hora de cenar y como de costumbre en estas ocasiones nos dimos una opípara cena.
Podemos ver en las fotos de la cena a Alfonso Abella junto a Juantxu y a Manu al fondo a la derecha, depie.
El buen humor de Eugenia y de José Herreros no falta tampoco en esta kedada.
Las risas continúan y surgen esos momentos que quedarán para siempre en nuestro recuerdo.
Manu nos ofrece un juego de magia, la servilleta-cohete autopropulsada.
Hasta este momento la lluvia no habia hecho aún acto de presencia.
Durante la noche se desata el temporal de lluvia.
Se habían incorporado a la kedada Javier López, Tomás Crespo y Jacinto Prieto.
Pudimos ver al colimbo grande sumamente lejos, al igual que al gavión atlántico y otro tipo de gaviotas, también algunos cormoranes moñudos algo más cerca a los que estuvo afotando Oscar y cormorán grande.
Continuamos en busca de los araos cerca ya del observatorio y entre otras cosas pudimos ver al zarapito real y a los zampullines cuellinegros.
José Herreros mira a través de sus prismáticos mientras que Manu no pierde ni un minuto para digiscopear.
Javier López se frota las manos para entrar en calor.
Tomás Crespo hace fotos de lo que está aconteciendo al igual que hacía yo.
Nos dirigimos al observatorio donde pudimos hacer las pocas fotos que nos trajimos de esta kedada.
Observatorio de La Arenilla, en Santoña.
Manu nos ofrece un juego de magia, la servilleta-cohete autopropulsada.
Tras la cena nos fuimos a tomar unas copas para rematar la noche pero como somos buenos chicos nos recogimos pronto ya que había que madrugar para empezar el digiscopeo.
Hasta este momento la lluvia no habia hecho aún acto de presencia.
Durante la noche se desata el temporal de lluvia.
El sábado, para nuestra congoja, amanece lloviendo y oscuro y con un viento gélido, lo que no impide que nos dirijamos al puerto de Santoña en busca del colimbo y el arao.
Se habían incorporado a la kedada Javier López, Tomás Crespo y Jacinto Prieto.
Pudimos ver al colimbo grande sumamente lejos, al igual que al gavión atlántico y otro tipo de gaviotas, también algunos cormoranes moñudos algo más cerca a los que estuvo afotando Oscar y cormorán grande.
Continuamos en busca de los araos cerca ya del observatorio y entre otras cosas pudimos ver al zarapito real y a los zampullines cuellinegros.
José Herreros mira a través de sus prismáticos mientras que Manu no pierde ni un minuto para digiscopear.
Javier López se frota las manos para entrar en calor.
Tomás Crespo hace fotos de lo que está aconteciendo al igual que hacía yo.
Juantxu ni siquiera sacó su equipo, estuvo haciendo de guía para nosotros, localizando especies y llevándonos a los mejores lugares.
Como podéis comprobar viendo nuestros atuendos, especialmente a Juantxu y José Herreros, el frío era intenso y había que abrigarse bien.
Continuamos en busca de los araos cerca ya del observatorio y entre otras cosas pudimos ver al zarapito real y a los zampullines cuellinegros.
Cuando estábamos observando a estos últimos pudimos ver cómo un halcón peregrino en su segundo ataque acabó por atrapar a uno de los zampullines llevándoselo cogido entre sus garras, un momento de los que no se olvidan.
Nos dirigimos al observatorio donde pudimos hacer las pocas fotos que nos trajimos de esta kedada.
Observatorio de La Arenilla, en Santoña.
De izquierda a derecha: Tomás Crespo, Alfonso Abella y Ricardo Herranz.
Dentro del observatorio se nota menos frío y no nos mojamos, hay pocas aves y la mayoría lejos, la luz brilla por su ausencia y continúa lloviendo.
Dentro del observatorio se nota menos frío y no nos mojamos, hay pocas aves y la mayoría lejos, la luz brilla por su ausencia y continúa lloviendo.
En primer plano vemos a Tomás junto a Jacinto Prieto. También vemos a Oscar enfrascado en su labor digiscopera.
Se pudo fotografiar entre otros a la gaviota sombría, archibebe claro, zarapito real, gaviota patiamarilla y garceta común cuyas fotos véis aquí.
Se pudo fotografiar entre otros a la gaviota sombría, archibebe claro, zarapito real, gaviota patiamarilla y garceta común cuyas fotos véis aquí.
También se vió garza real, gaviota reidora, somorgujo lavanco entre otros.
Hora de comer. Unas tazas de caldo caliente y un buen marmitako para entrar en calor y un excelente ambiente de camaradería.
Hora de comer. Unas tazas de caldo caliente y un buen marmitako para entrar en calor y un excelente ambiente de camaradería.
Marisa, la mujer de Manu se incorpora a la kedada.
Por la tarde, y siempre sin parar de llover acudimos a otra zona donde pudimos ver al colimbo grande bastante cerca en una zona algo resguardada pero como no pensábamos que iba a estar allí y como llovía no llevábamos preparados los equipos. Volvimos a los coches a por ellos y los montamos pero el colimbo se habia alejado bastante, aún así, y a pesar de la escasa luz y la lluvia, se le pudo hacer alguna foto testimonial.
Un zampullín cuellirojo nos tuvo bastante entretenidos, muy, muy cerca pero dada la escasa luz que había no nos fue posible conseguir una buena foto de él.
Por la noche se incorporaron a la kedada la mujer de Tomás y sus dos hijos.
El domingo tras el empeoramiento del tiempo, y ante el aviso del muy probable cierre de carreteras y puertos por la nieve, los que teníamos por delante un considerable número de kilómetros para volver a casa decidimos emprender el camino de vuelta, cosa que sentimos ya que no pudimos ver y conocer al grupo de compañeros vascos que se iban a desplazar a Santoña ese día para ello.
Fotos del grupo de abnenagados digiscopers.
Begoña y Eugenia, las dos reinas de la kedada, en sus reales sillas.
Despedida en el hall del hotel ya que afuera continuaba lloviendo.
Entrada Realizada por Ricardo Herranz
Por la tarde, y siempre sin parar de llover acudimos a otra zona donde pudimos ver al colimbo grande bastante cerca en una zona algo resguardada pero como no pensábamos que iba a estar allí y como llovía no llevábamos preparados los equipos. Volvimos a los coches a por ellos y los montamos pero el colimbo se habia alejado bastante, aún así, y a pesar de la escasa luz y la lluvia, se le pudo hacer alguna foto testimonial.
Un zampullín cuellirojo nos tuvo bastante entretenidos, muy, muy cerca pero dada la escasa luz que había no nos fue posible conseguir una buena foto de él.
Por la noche se incorporaron a la kedada la mujer de Tomás y sus dos hijos.
El domingo tras el empeoramiento del tiempo, y ante el aviso del muy probable cierre de carreteras y puertos por la nieve, los que teníamos por delante un considerable número de kilómetros para volver a casa decidimos emprender el camino de vuelta, cosa que sentimos ya que no pudimos ver y conocer al grupo de compañeros vascos que se iban a desplazar a Santoña ese día para ello.
Fotos del grupo de abnenagados digiscopers.
Begoña y Eugenia, las dos reinas de la kedada, en sus reales sillas.
Despedida en el hall del hotel ya que afuera continuaba lloviendo.Entrada Realizada por Ricardo Herranz
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